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Páginas Web para fotógrafos

¿Cómo debe ser una buena web para fotógrafos?

Partiendo de la idea de que cualquier empresa o profesional necesita hoy en día disponer de un sitio en Internet, lo ideal es que esta web se adapte todo lo posible a las necesidades y características del producto o servicio que se ofrece, así como a los objetivos del negocio en cuestión.

En el caso de los fotógrafos, el sitio web debe funcionar como un escaparate virtual, donde mostrar sus trabajos y su catálogo de servicios de una manera visual y atractiva. Se trata de su mejor y más eficaz tarjeta de visita, un lugar donde mostrar al mundo quiénes son y lo qué hacen y un canal de comunicación permanente abierto al exterior.

¿Por qué necesitas una página web si eres un fotógrafo?

Básicamente, para darte a conocer, mostrar tu talento y establecer una vía contacto directo con tus clientes reales y potenciales.

Cuando alguien accede a la web de un fotógrafo es como si entrara  de manera física a su estudio: la web ayuda a mostrar una imagen concreta de sí mismo y de sus trabajos. Por eso, es imprescindible poner todo el empeño y el cuidado en diseñarla y en construirla, para que el efecto sobre los visitantes sea positivo y cautivador. La web de un fotógrafo le ayudará a captar nuevos clientes, a fidelizar a los que ya tiene, a crear comunidad entorno a su marca y a reflejar una imagen de sí mismo estudiada y coherente con lo que representa.

Es decir, nunca será igual la página de un fotógrafo artístico, que la de un fotoperiodista. Tampoco tendrá los mismos elementos ni características el site de un fotógrafo publicitario que el de un fotógrafo de moda o un retratista. Su diseño y su estética serán diferentes, pero al final todos ellos compartirán un mismo objetivo: abrir al mundo una ventana virtual que muestre su estudio, su trabajo, sus servicios y su sello personal.

En cada caso, el público al que irá dirigida la web en cuestión y su contenido también serán muy diferentes: parejas de novios que van a casarse, agencias publicitarias, editores, diseñadores de moda… Cada uno de ellos esperará encontrar algo concreto y profesional en la web del fotógrafo que busca y eso es, exactamente, lo que debemos ofrecerles.

Sin embargo, la web de cualquier fotógrafo debe cumplir unos requisitos comunes y distintivos para dar un buen servicio y funcionar con eficacia. Repasemos cuáles son estas pautas básicas y universales.

¿Cómo debe ser una web para fotógrafos?

En primer lugar, siempre debemos definir la estructura en función de lo que queremos ofrecer a través de esta web: secciones y apartados bien definidos para cumplir cada uno de los objetivos. Un poco más adelante hablaremos de ello. Pero, además, la web de cualquier fotógrafo debe cumplir las siguientes características:

  • Disponer de dominio propio: es el primer paso para crear tu marca personal o profesional. Dará seguridad a tus clientes y planteará un proyecto a largo plazo.
  • Ser muy visual: nadie espera entrar a esa web y encontrarla llena de textos, sino repleta de imágenes del autor. Por ello, los textos deben ser sintéticos.
  • Estar bien posicionada: ese poco texto debe contener las palabras clave que nos definan y que nos ayuden a aparecer correctamente en los buscadores. Las keywords también deben incluirse en la descripción de las imágenes.
  • Ser responsive: la mayoría de usuarios acceden hoy a Internet a través de dispositivos móviles. Es importante que nuestras fotos y el resto del contenido se vea correctamente desde un móvil o una tablet.

¿Qué secciones debe tener la web de un fotógrafo?

Básicamente, cualquier profesional de la fotografía debe incluir en su sitio información básica sobre él, sobre su trabajo y sobre sus servicios. Es decir, como mínimo tiene que incluir las siguientes páginas:

  • Sobre mí: pequeña biografía o reseñas importantes sobre el profesional. Puede incluirse una especie de currículum y algún aspecto personal como gustos o aficiones.
  • Porfolio: es la pieza clave del sitio. Aquí enseñaremos nuestro trabajo, bien expuesto y organizado por fechas, estilos o temas, fácil de explorar. Debe mostrar lo que hacemos y cómo lo hacemos. Cuanto más impactante sea, más probabilidades hay de que nos contraten.
  • Contacto: dirección, teléfono, correo… cualquier canal que permita que los nuestros clientes potenciales puedan localizarnos y contactarnos.

Pero, además, debe aprovechar la web para ir creando comunidad de seguidores. Por ello el sitio también de incluir:

  • Enlaces directos con redes sociales: vínculos a Facebook, Twitter, Instagram, Pinterest y otras plataformas que nos permitan mantener el contacto con el público y obtener seguidores. En ellas debemos publicar contenido propio, de calidad y novedoso que atraiga los usuarios.
  • Blog: no todos los fotógrafos lo tienen, pero es muy recomendable. Sobre todo porque, como la web debe ser muy visual, podemos compensar la falta de texto con estas publicaciones. Los artículos o post deben versar sobre temas relacionados con la fotografía. Debe ser contenido especializado y atractivo. Aquí también se puede mostrar el making of de trabajos relevantes que hayamos realizado e ilustrarlo con vídeos o fotos. Si el profesional no se ve capacitado para realizar buenos textos, es mejor encargarlos a un redactor de contenidos especializado para que tengan gancho.

Y, si puedes… ¡bola extra!

Además de todo esto, la web de un fotógrafo debe mostrar todo lo que lo diferencie de su competencia y que sea positivo para reforzar su imagen profesional.

Por ejemplo, si hacemos algún trabajo muy específico y poco común gracias a una técnica específica o porque disponemos de tecnología o herramienta para ello, hay que ponerlo de relieve en un sitio bien visible de la página. O si, por ejemplo, disponemos de unas instalaciones espectaculares donde se hacen producciones audiovisuales importantes, también debemos contarlo y enseñarlas en imágenes. En este caso, podemos usar la panorámica 360º para mostrar bien el entorno y su equipamiento.

Otras veces, puede que nuestro elemento distintivo sean las marcas, los clientes o celebridades para las que hemos trabajado o trabajamos. O, por ejemplo, también debemos destacar acciones solidarias o colaboraciones desinteresadas que hayamos realizado o realicemos porque dicen mucho de nuestros valores.

Si complementamos las secciones habituales de cualquier buena web de fotógrafo con estas aportaciones personales, estaremos dibujando mucho mejor nuestro perfil profesional. Además, estaremos dando razones y nuevos argumentos al cliente potencial para que nos contrate. Y, sobre todo, si son aspectos positivos y reales que nos dan cierta ventaja… ¿por qué mantenerlos ocultos?

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